Cómo elegir leche infantil

A la hora de elegir leche infantil o leche de fórmula, debes tener en cuenta la edad de tu bebé,
si tiene algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria y cuál es la forma de prepararla que más te conviene.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé y como un complemento de su dieta hasta los dos años. No obstante, la opción de alimentar a tu bebé con leche de fórmula es una decisión personal que se puede dar por causas médicas, de conciliación laboral o por flexibilidad.

Las leches de fórmula cumplen todas las normas de calidad, seguridad y contenido en nutrientes. Suelen estar compuestas a base de leche de vaca modificada con el fin de reproducir la composición de la leche materna.

Tipos de leche de fórmula

Según la edad

• Leche de iniciación (leche 1): alimenta al bebé desde el primer día y hasta los seis meses. Si la mamá opta por la lactancia mixta, podrá combinar la leche de fórmula con la leche materna. En caso contrario, esta leche será su único alimento.

• Leche de continuación (leche 2): a partir de los seis meses el bebé empieza a tomar leche de continuación. En este momento, la leche de fórmula se empieza a combinar con la alimentación complementaria, empezando por purés de frutas y verduras.

• Leche de crecimiento (leche 3): Este tipo de leche está indicada a partir de los doce meses.

Según la preparación

• Leche de fórmula en polvo: Es la más común. Se debe mezclar con agua prestando especial cuidado en dosificar bien los cacitos rasos de leche en relación con los mililitros de agua. Consulta la tabla de correspondencias que indica en el embase.

• Lista para servir: es una leche que se puede administrar directamente al bebé sin mucha preparación de antemano.

Otras necesidades

• Leches especiales: Hay leches de fórmula más específicas para bebés prematuros, aquellos que tienen alguna alergia o intolerancia a la lactosa.

• Leches Bio: la leche de fórmula ecológica no contiene pesticidas ni fertilizantes químicos. Además, las vacas no son tratadas con antibióticos ni hormonas, prestando especial cuidado en la alimentación de tu bebé, el bienestar animal y el medio ambiente.

Consejos a la hora de preparar leche de fórmula

• La leche artificial se digiere más despacio, por lo que no son necesarias tantas tomas como con la leche materna.

• Cada bebé necesita una cantidad de leche determinada. Igual que la leche materna, también debe administrarse a demanda.

• El bebé debe consumir la leche inmediatamente después de haberla preparado. No conviene guardarla de una toma a otra, y tampoco recalentarla.

• De paseo o de viaje se puede llevar un termo con agua junto con un dispensador de leche en polvo, para después mezclarlos, justo antes de dársela al bebé.

• Los envases de leche artificial pueden estar abiertos como máximo un mes sin ser consumidos. Además, tienen que estar en un lugar fresco y seco.

• Según la Asociación Española de Pediatría, a partir del año de edad, un niño sano puede empezar a consumir leche de vaca, siempre evitando la desnatada: su bajo contenido en grasas dificulta la absorción de las vitaminas y el calcio.